En el proceso de soplado de plástico, el husillo juega un papel imprescindible en la fusión y homogeneización de los polimeros. Regulan la temperatura, la velocidad y la presión a través de sistemas de control precisos para un rendimiento eficiente.
Al mismo tiempo las cámaras garantizan una distribución uniforme del calor.
El mantenimiento regular es fundamental para la coherencia y la calidad de los procesos.